Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos… 9 enero, 2020

Publicado por

Queridos Reyes Magos,

Este año, como los 39 anteriores, he sido buena.

La verdad es que al coger boli y papel para escribir esta carta, no sabía muy bien que pedir. Todo lo que deseo me lo habéis concedido y con creces.

Tengo una familia estupenda, un marido adorable y dos hijos que crecen sanos y felices. Gozo de buena salud, aunque como lo que me da la gana y no me cuido tanto como debería (¡pero no me regañéis!).

Vivo en una ciudad preciosa, cómoda y urbanita. Con un clima envidiable y habitantes de lo mejor, que nos han acogido con los brazos abiertos.

Tengo un equipo de grandísima calidad profesional, pero sobre todo humana. Estamos haciendo los últimos cambios e incorporaciones, y estoy segura de que en breve estaremos más coordinadas y cohesionadas.

Tengo un trabajo que me encanta. Es mi pasión, y quizá hasta roce lo enfermizo (me levanto y acuesto pensando en dientes…). Voy cada día a trabajar con más ilusión que el día anterior. Porque sé que he nacido para esto. No existe en el mundo otro trabajo que me pudiera hacer más feliz.

Así que, pensándolo bien, no os puedo pedir mucho más. Seria egoísta si lo hiciera. A diario trato con pacientes que se convierten en amigos. Les llamo por su nombre, y conozco sus historias personales. Mejoro sus sonrisas. Les reconstruyo sus muelas, pero también la autoestima, belleza y salud que se merecen. Confían en mí y me entregan un trocito de su corazón. Yo les correspondo con lo mismo y los conservo siempre en el mío, a cada uno por un motivo distinto. Mis pacientes me saludan con cariño por la calle y me encanta cuando me invitan a una cerveza.

En este mundo tan impersonal en el que nos movemos hoy en día, en la ¿parcela? Sanitaria en la que un paciente se ha convertido mas en un numero o un objetivo que en un ser humano a l que tratar como a ti te gustaría que lo hiciesen. En este mundo en el que en ocasiones prima mas la diferencia en el precio económico o presupuesto, que todas aquellas cosas de incalculable valor verdadera vocación, tiempo y recursos que puede brindar a sus pacientes. En estos tiempos en los que todo es tan fast, y nos movemos tan rápido, que mis pacientes me elijan a mí y a mi equipo frente a otras opciones de ortodoncia rápida con ¿?, es el mejor regalo que puedo recibir.

Algo debo estar haciendo bien cuando mis pacientes así nos lo demuestran a diario. Prometo seguir siendo buena. Tener la ilusión de un niño, la misma vocación asistencial que el primer día. También tratar a todos con la misma importancia y conseguir que todas las personas que me encuentre cada día, se marchen un poquito mejor de lo que vinieron.

Así que aquí queda reflejado mi agradecimiento a mis pacientes, por la confianza que depositan en mi (y a los que no lo son también, que de todo se aprende).

En realidad sí que os voy a pedir algo, y es que me sigáis bendiciendo con la pasión y amor que sembrasteis en mí por esta profesión, que de poner ilusión, esfuerzo, trabajo y muchas horas, ¡ya me encargo yo!

Besos,

Maite.

Categorizado en:

Esta entrada fue escrita poradmin