Laura C.

Desde la primera vez que Laura vino a nuestra Clínica, quedó claro las ganas que tenía de verse la boca perfecta. Sobre todo sus palas, que estaban montadas una encima de la otra.


Un año y medio con ortodoncia invisible Invisalign es todo lo que ha necesitado. Y aunque la mitad del tiempo ha estado fuera de la ciudad, eso no ha sido impedimento para que ahora luzca esa sonrisa tan bonita.


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