Dennis
Su problema era una clase II, es decir, su mandíbula estaba mucho menos desarrollada de lo que debería. Y esto también le producía sobremordida, en la que sus dientes superiores
tapaban por completo a los incisivos inferiores, cuando lo ideal es que en oclusión se muestre un tercio de ellos. Además, también sufría apiñamiento y una mala mordida que en un futuro
habría comprometido sus piezas dentales. Así que nos decidimos por tratar su caso con ortodoncia invisible con avance mandibular, y gracias a su colaboración y a muchos elásticos a lo largo de los meses, conseguimos resolver su apiñamiento y sobremordida, que su mandíbula creciese y que su mordida ahora sea perfecta.
¡Además de tener una sonrisa de escándalo!
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